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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
EN SU NOMBRE
JUZGADO SUPERIOR CUARTO EN LO CIVIL Y CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DE LA REGIÓN CAPITAL


Mediante escrito presentado ante el Juzgado Superior Distribuidor en fecha 16 de febrero de 2001 y recibido por este Tribunal el día 28 del mismo mes y año, el abogado ANTONIO FERMIN GARCIA, inscrito en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el número 33.561, actuando con el carácter de apoderado judicial de la ciudadana VIVIAN ESCOGIDO TARRAB, titular de la cédula de identidad V- 3.154.693, interpuso recurso contencioso administrativo funcionarial contra la ALCALDIA DEL MUNICIPIO BARUTA DEL ESTADO BOLIVARIANO DE MIRANDA.

En fecha 1 de marzo de 2001 se dicto auto de admisión del presente recurso y se ordeno emplazar al ALCALDE DEL MUNICIPIO BARUTA DEL ESTADO BOLIVARIANO DE MIRANDA y al SINDICO PROCURADOR MUNICIPAL DEL MUNICIPIO BARUTA DEL ESTADO BOLIVARIANO DE MIRANDA, mediante oficios signados con los números 01-0218 y 01-0219, respectivamente. (Ver folio 8 del expediente judicial).

En fecha 4 de mayo de 2001, se dicto auto mediante el cual se apertura lapso probatorio en la presenta causa de conformidad con el articulo 77 de la Ley de Carrera Administrativa. (Ver folio 11 del expediente judicial)

En fecha 10 de mayo de 2001 la representación judicial del órgano querellado presento escrito de contestación. (ver folio del 13 al 21 del expediente judicial).-

En fecha 10 de mayo de 2001 se dio por recibido de la Sindicatura Municipal del Municipio Baruta del estado Bolivariano de Miranda el expediente administrativo relacionado con la presente causa. (ver folio 24 del expediente judicial)

En fecha 14 de mayo de 2001, la representación judicial del Municipio Baruta del estado Bolivariano de Miranda, presento escrito mediante el cual solicitó la reposición de la causa. (Ver folios 25 y 26 del expediente judicial).-

En fecha 17 de mayo de 2001, se dicta auto mediante el cual se niega la solicitud de reposición de la causa hecha por la abogada JACKELINE RODRIGUEZ BLANCO, inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el número 55.270, actuando en su carácter de apoderada judicial del MUNICIPIO BARUTA DEL ESTADO BOLIVARIANO DE MIRANDA. (Ver folio 28 del expediente judicial)

En fecha 24 de mayo de 2001, se dicto auto mediante el cual se oyó en ambos efectos la apelación ejercida contra el auto de fecha 17 de mayo de 2001 ejercida por la abogada JACKELINE RODRIGUEZ BLANCO, inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el número 55.270, actuando en su carácter de apoderada judicial del MUNICIPIO BARUTA DEL ESTADO BOLIVARIANO DE MIRANDA y se ordeno la remisión a la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo. (Ver folio 30 del expediente judicial).-

En fecha 29 de noviembre de 2001, la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo dicto sentencia mediante la cual declaro con lugar la apelación ejercida, revoco el auto apelado, ordeno realizar el computo correspondiente desde la notificación del Sindico Procurador del Municipio Baruta del Estado Bolivariano de Miranda hasta la culminación de lo quince (15) días consecutivos para la contestación de la demanda, y ordena reponer la causa al estado de la apertura del lapso probatorio. (Ver folio del 57 al folio 69 del expediente judicial)

En fecha 05 de abril de 2006, se dicta auto mediante el cual se da por recibido el presente expediente de la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo y mediante el cual se le da entrada al presente recurso y a los fines de dar continuación al proceso ordena notificar a las partes. (ver folio 83 del expediente judicial).-

En fechas 3 de noviembre de 2010, 6 de junio de 2011, 5 de octubre de 2011, 14 de junio de 2012, 29 de noviembre de 2012 y 19 de marzo de 2013, la representación judicial del órgano querellado solicitó se declarara la Perención de la Instancia de acuerdo con lo previsto en el artículo 267 del Código de Procedimiento Civil.-


I
MOTIVOS DE HECHO Y DE DERECHO


Luego de una revisión de las actas procesales que conforman el presente expediente, considera necesario este órgano jurisdiccional hacer las siguientes consideraciones:

Se entiende por perención de la instancia, el modo de extinguirse la relación procesal por la inactividad de las partes, durante cierto período de tiempo. Esta institución tiene por objeto, evitar que los procesos se prolonguen indefinidamente en el tiempo, fundamentándose en una racional presunción deducida de la circunstancia que, correspondiendo a las partes dar vida y actividad a la demanda, la falta de impulso por parte de ellas, debe considerarse como un tácito propósito de abandonarla.-

El autor patrio Arístides Rengel-Romberg, en su Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano, Tomo ll. Pág. 372-373, afirma lo siguiente:

“Para que la perención se produzca, se requiere la inactividad de las partes. La inactividad está referida a la no realización de ningún acto de procedimiento. Es una actitud negativa u omisiva de las partes, que debiendo realizar los actos del procedimiento, no los realizan; pero no del Juez, porque si la inactividad del Juez pudiese producir la perención, ello equivaldría a dejar el arbitrio de los órganos del Estado la extinción del proceso (…)
La perención se encuentra así determinada por tres condiciones esenciales: una objetiva, la inactividad, que se reduce a la falta de realización de actos procesales; otra subjetiva, que se refiere a la actitud omisiva de las partes y no del Juez; y finalmente una condición temporal, la prolongación de la inactividad de las partes por el término de un año (…)
La jurisprudencia nacional ha venido sosteniendo que la perención tiene su fundamento en la negligencia de las partes y en la presunción de que la inactividad de éstas entraña una renuncia a continuar la instancia (…)”

De lo arriba trascrito, se hace claro que lo que pretendió sancionar el legislador al estatuir la institución de la perención de la instancia fue evitar con fundamento en la necesidad social de Administración de Justicia, la litigiosidad por la litigiosidad, es decir, evitar la eternización de aquellos juicios en los cuales no medie el interés impulsivo de las partes contendoras, erigiéndose dicha institución como norma de orden público, verificable de derecho y no renunciable por convenio entre las partes.-

Serán tres entonces los requisitos exigibles para que se configure la perención de la instancia, el primero de ellos relacionado con la paralización efectiva de la causa, el segundo relacionado a que esa paralización sea imputable a las partes y no al juez y el tercero que exige que dicha paralización se mantenga por el lapso de un año.

Así pues, pasa quien decide a analizar si en el caso de autos ha operado la perención de la instancia, para lo cual estima pertinente verificar la existencia del primero de los requisitos señalados, es decir, “la paralización de la causa”, se entiende por paralización o inercia de la causa aquella situación procesal en la que se encuentre un proceso en el que no se hayan realizado en el expediente actuaciones de impulso procesal. Es decir, cada etapa del proceso requiere el impulso de las partes, consistente bien en la dotación de los recursos necesarios para el cumplimiento de las formalidades de ley en materia de citación y notificación, bien el proporcionar las direcciones o datos necesarios para la práctica de las de tales diligencias, circunstancias que cumplirán una doble función, en principio servirán para que se vayan cumpliendo cada una de las etapas del proceso, y adicionalmente se estatuyen como un mecanismo a través del cual se demuestra el interés del accionante y del accionado en la tramitación del juicio y con ello en obtener una resolución a su conflicto.

Ello explica el hecho de que no todo acto que se realice en un procedimiento, interrumpa el lapso para la consumación de la perención, sino sólo aquellos que contengan implícita o explícitamente la intención de impulsar el mismo, excluyéndose por vía de jurisprudencia por ejemplo la solicitud de copias certificadas o la consignación de escritos que se haga en el expediente, pues estas en modo alguno constituyen manifestaciones de la intención de la parte en dar continuación al proceso, es decir, que serán capaces de interrumpir la paralización aquellas actuaciones que persigan la continuación de la causa y la realización del acto procesal inmediato siguiente. En tal sentido, comenzará a contarse el lapso de perención al día siguiente a partir del último acto tendiente a dar impulso procesal.

Realizadas brevemente las consideraciones que anteceden, este Tribunal pasa a verificar si en la presente causa ha operado la perención de la instancia, para lo cual advierte que el recurso que en ella se contiene fue intentado en fecha 20 de febrero de 2001, siendo el último acto de impulso procesal el auto de fecha 05 de abril de 2006, (ver folio 83 del expediente), a tenor del cual se acordó la notificación de las partes a los fines de dar continuación al proceso.-

Ahora bien, es claro que en el caso de marras, al haberse ordenado la notificación de las partes en fecha 5 de abril de 2006, siendo esta la ultima actuación realizada en dicho expediente, se produjo una paralización en su trámite que de no interrumpirse podría generar la perención de la instancia, circunstancia ante la cual es forzoso declarar cumplido el primero de los requisitos bajo análisis. Y así se declara.-

En este orden de ideas, el segundo requisito al que hace referencia la doctrina para que se verifique la perención, está relacionado con el hecho de que la inactividad que dio origen a la paralización de la causa, no le sea imputable al juez, es decir, que el acto procesal subsiguiente no sea carga del tribunal, como sería por ejemplo la admisión de pruebas, circunstancia que se explica porque tal situación implicaría sancionar a las partes por la negligencia del tribunal de no emitir las providencias procesales a las que se encuentra obligado en su condición de Director del Proceso.-

En este punto es importante señalar, que es la parte la que debe impulsar las notificaciones que se realicen durante el procedimiento circunstancia ésta que hace evidente que la paralización que nos ocupa no puede imputársele al tribunal ya que en este estado del proceso no corresponde al tribunal impulsar la causa. Y así se decide.-

Adicionalmente a lo expuesto, se hace necesario traer a colación el contenido del artículo 4 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, el cual expresa que el Juez es el rector del proceso y debe impulsarlo bien de oficio o a instancia de parte; ahora bien, ¿en cuáles casos podría decirse que el Juez está autorizado a actuar de oficio?, para dar respuesta a esa interrogante es necesario citar el contenido del artículo 30 eiusdem que expresa: “Artículo 30.- Los órganos de la Jurisdicción Contencioso Administrativa conocerán a instancia de parte, o de oficio cuando la ley lo autorice.”; de cuyo texto se puede inferir el espíritu, propósito y razón del legislador al dictar dicha norma, pues ciertamente esa posibilidad de actuar de oficio nace en aquellos casos en que exista una disposición expresa de ley que faculte tal proceder, y adiciona quien decide que también podrá actuarse de oficio en aquellos casos en los que como consecuencia de los hechos denunciados pudiese vulnerarse el orden público constitucional, es decir que trasciendan de los intereses particulares pudiendo afectar a una colectividad o interés general (Vid. Sentencia proferida por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 18 de diciembre de 2006).-

De manera que, conforme al análisis realizado en las líneas precedentes, en la presente causa queda descartada, por la misma naturaleza de la acción propuesta, la posibilidad de que el Juez en su condición de Director del Proceso pudiese impulsarla de oficio Por todo lo expuesto es forzoso para este Sentenciador estimar acreditado el segundo de los requisitos analizados. Y así se declara.-

Con respecto al tercero de los requisitos, relacionado con que la inercia procesal, sea extendida, en el tiempo por un lapso de un (1) año contado a partir de la fecha de inicio de la paralización, vale decir, desde el día siguiente a aquel en que conste en autos la última actuación de impulso procesal, este tribunal advierte que en el caso de marras, la presente causa se encuentra paralizada desde el día 05 de abril de 2006, fecha en que se dicto el auto ordenando la notificación de las partes para la continuación del procedimiento y que desde entonces hasta hoy ha transcurrido el lapso de un año (1) a que hace referencia la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa para que haya operado la perención de la instancia. Y así se decide.-

Ahora bien, hechas las consideraciones anteriores este juzgador determina, que en el presente caso nos encontramos ante la consumación de lo que la doctrina llama PERENCIÓN ORDINARIA DE LA INSTANCIA, O MÁS COMÚNMENTE PERENCIÓN DE UN (1) AÑO, en virtud que, al ser examinadas las actas procesales que conforman el presente expediente, se constató que el presente juicio, ha estado paralizado desde el 05 de abril de 2006, fecha en que se ordeno la notificación de las partes a los fines de dar continuación al procedimiento, (ver folio 83 del expediente judicial), por lo resulta forzoso para este Tribunal, declarar de conformidad con lo establecido en el artículo 41 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, en concordancia con el artículo 267 del Código de Procedimiento Civil, la PERENCIÓN DE LA INSTANCIA en la presente causa, por haber transcurrido un lapso superior al año, sin que durante ese lapso las partes hubieren realizado acto posterior alguno del procedimiento.

II
DECISIÓN

Por las razones antes expuestas, este Juzgado Superior Cuarto en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región Capital, administrando justicia en nombre la República y por autoridad de la ley, DECLARA LA PERENCIÓN DE LA INSTANCIA, del recurso contencioso administrativo funcionarial interpuesto por el abogado ANTONIO FERMIN GARCIA, inscrito en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el número 33.561, actuando con el carácter de apoderado judicial de la ciudadana VIVIAN ESCOGIDO TARRAB, titular de la cédula de identidad V- 3.154.693, contra la ALCALDIA DEL MUNICIPIO BARUTA DEL ESTADO BOLIVARIANO DE MIRANDA.

PUBLÍQUESE, REGÍSTRESE Y NOTIFÍQUESE

Dada, firmada y sellada en el Despacho del Juzgado Superior Cuarto en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región Capital, en Caracas, a los ocho (8) días del mes de abril de dos mil trece (2013). Años 202° de la Independencia y 154° de la Federación.-




DR. ALEJANDRO GÓMEZ
EL JUEZ
ABG. HERLEY PAREDES
LA SECRETARIA

En esta misma fecha, se libró boleta de notificación, dando cumplimiento a lo ordenado, y siendo las se publicó la anterior decisión, quedando registrada bajo el Nº .-



ABG. HERLEY PAREDES
LA SECRETARIA
Exp. Nº 02880
AG/HP/Gjrp.-